La necesidad de telemedicina crece a medida que la pandemia requiere soluciones innovadoras para controlar y monitorear las condiciones de los pacientes desde sus hogares. Porque, además de demandar información sobre prevención, síntomas, pruebas y tratamiento del COVID-19, también necesitan de una atención confiable generada por un trato médico cercano y respetuoso dentro de este contexto.
Pero la telemedicina no solo hace posible consultas en tiempo real: su complejidad ha avanzado rápidamente y hoy en día, también se realizan operaciones mediadas por robots computarizados, pudiendo velar por una comunicación efectiva y humana entre el profesional y el paciente.
¿Qué otros impactos innovadores puede esperarse de ahora en más, tras el impacto de la transformación digital en la medicina?
La medicina no solo ha pasado de una asistencia enfocada en la enfermedad a una atención dirigida al paciente, sino que también ha evolucionado por medio de innovaciones tecnológicas a un ritmo vertiginoso, especialmente en el 2020 y apurados por la pandemia. Aunque la telemedicina pueda parecer una idea reciente vinculada a la globalización y la expansión de Internet, la realidad es que viene siendo trabajada desde hace décadas.
Ya en 1900, en Australia se intentaba transmitir radiografías a través del telégrafo; el diagnóstico por imagen fue de vanguardia dentro de la telemedicina. Un siglo después, un médico neoyorquino eliminó, mediante un brazo robótico, la vesícula enferma de un paciente de 68 años ubicado al otro lado del Atlántico. Y, por su parte, el siglo XXI trajo consigo la aplicación de la inteligencia artificial al diagnóstico por imagen.
¿Qué procura la telemedicina?
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Prevenir, alertar, supervisar y controlar la expansión de enfermedades transmisibles y no transmisibles.
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Contribuir a la integración del sistema de salud y la universalidad de los servicios de salud con calidad, eficiencia y equidad.
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Promover la colaboración entre gobiernos, planificadores, profesionales de la salud, sociedad civil organizada y comunidades locales para crear un sistema de información y atención de salud fiable.
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Agilizar la atención en salud y definir en tiempo real los pasos a seguir.
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Facilitar diagnósticos más oportunos y tratamientos menos costosos por la oportunidad de una detección temprana de enfermedades.
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Eliminar fronteras geográficas
Medicina a distancia en tiempos de CORONAVIRUS
Hoy en día, para evitar la concurrencia a centros de salud, existen muchas aplicaciones para comunicarse con los médicos de forma remota. Aquellas consultas sobre dolencias simples pueden resolverse a distancia a través de una cita virtual.
En 2019, antes de la pandemia, la telemedicina ya tenía un alcance masivo en varios países. En China, por ejemplo, un 89% de los profesionales sanitarios había adoptado este tipo de tecnología. Algo similar sucedió en países como Arabia Saudita (75%), India (67%) y Rusia (65%).
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Los beneficios mencionados poseen distintos niveles de desarrollo en cada país, pero, en todos ellos, la telemedicina es vinculada al campo de la educación mediante clases virtuales y al de la práctica médica, a través de telediagnóstico, teleconsulta, teleconferencia y fichas médicas digitales.
En el contexto de pandemia, donde hasta las visitas de rutina se ven afectadas en cómo han de ser programadas y cuándo han de llevarse a cabo, los pacientes necesitan más que nunca una atención compasiva, confiable y útil cuya comunicación efectiva puede ser facilitada por la telemedicina.
Ya no se trata solamente de una de las principales tendencias tecnológicas a seguir en el 2021. Además, resulta una gran oportunidad para distribuir servicios de salud más cercanas y humanas.
Durante las últimas décadas en particular, hemos sido testigos de que las tecnologías de la información y las comunicaciones pueden combinarse con la medicina para brindar educación para la salud, asistencia médica pública, programas sanitarios y estudios epidemiológicos a distancia. En ese sentido, el impulso de la telemedicina se encuentra en su propia naturaleza: sus potenciales aplicaciones prácticas la hacen necesaria tanto para pacientes como para médicos.
Gracias a la ella, a los pacientes se les puede proveer una atención de mejor calidad y mayor frecuencia sin importar las distancias geográficas. Y, a los médicos, brindar condiciones laborales superiores en un contexto histórico y laboral caracterizado por la sobreexigencia profesional y humana.
La pandemia por COVID-19 ha sido un puntapié para que la telemedicina sea popularice abruptamente. Los procesos de vacunación contra el coronavirus requerirán de tiempo y logística para implementarse y alcanzar a la mayor cantidad de población posible. En ese sentido, para este 2021 se espera un crecimiento de la asistencia virtual, para poder destinar gran parte de los recursos en la inoculación de las vacunas.
Es de vital importancia que estudiantes y profesionales de ciencias médicas conozcan el potencial de la telemedicina. Solo entonces se podrá trabajar en su desarrollo para universalizar el acceso a la salud y descubrir nuevas técnicas y aplicaciones.
El diagnóstico por imagen, a través de la teleradiología es vanguardia en los ámbitos médicos y a partir del 2021, más que nunca, se espera su expansión y masificación.
El momento para la transformación digital en medicina es ahora.
Si quiere saber cómo puede ayudar la teleradiología en su centro de salud, hablemos.
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