La Organización Panamericana de la Salud advierte en su Manual para la implementación de un sistema de triage para los cuartos de urgencias que “la gestión óptima de los servicios de salud, orientados a la eficiencia con calidad, requiere de metodologías y herramientas que den respuesta a las necesidades de los gerentes en su misión de mejorar el estado de salud de la población a la que sirven”.
Y es quizás en los servicios de urgencias y emergencias donde más importantes se vuelven esas dos características. ¿Por qué? Porque se trata de departamentos en los que, más allá de sus particularidades, la inmediatez es clave. Siempre ha sido así, pero en estos tiempos de pandemia y de ciudadanos preocupados más que nunca por su salud y seguridad, la ecuación resulta esencial.
¿Cómo lograrlo?
Las urgencias abarcan situaciones que no amenazan de manera inminente al paciente ni hacen peligrar ninguna parte vital de su cuerpo, pero sí necesitan de una rápida atención. Por su parte, las emergencias engloban circunstancias en las que peligra de forma apremiante la vida de un enfermo.
Teniendo en cuenta que se trata de uno de los departamentos con mayor demanda, queda claro que la accesibilidad y la rapidez de la atención en urgencias resultan fundamentales. Y es en ese sentido que la tecnología en medicina puede convertirse en el mejor aliado de los centros de salud. De hecho, un servicio teleradiología disponible las 24 horas como el que ofrece Telerad brinda a las instituciones médicas varios beneficios, como el respaldo de un equipo de profesionales de distintas disciplinas relacionadas al diagnóstico por imágenes, menores tiempos de espera y disminución de costos, entre otros.
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Desde heridas menores hasta urgencias traumatológicas, cardiovasculares, neurológicas, respiratorias, digestivas, odontológicas, oftalmológicas, renales o urológicas, toxicológicas, en todos los casos, estar preparados para actuar con rapidez en las pruebas diagnósticas es lo que permite conseguir eficiencia y calidad. A su vez, en un mundo en el que reinan las tecnologías de la información (TIC), las personas se han vuelto mucho más exigentes y demandan respuestas rápidas de parte de los profesionales de la salud.
Por eso, recurrir a la teleradiología –que permite obtener imágenes en un lugar y transmitirlas a otro– implica sumar eficacia en las evaluaciones de los pacientes, así como mejorar y democratizar el acceso a esos servicios sanitarios. De hecho, se trata de una de las ramas de la telemedicina que más se ha desarrollado en los últimos años y los centros médicos que la aplican en sus servicios de urgencias logran lidiar de manera efectiva con afecciones graves en las que un diagnóstico tardío puede ser catastrófico. Por ejemplo, la teleradiología juega un rol clave en el tratamiento temprano de los accidentes cerebrovasculares isquémicos agudos (ACV).
La Organización Mundial de la Salud establece un tiempo de espera de hasta 60 minutos para urgencias graves y de hasta 2 horas para urgencias menores.
(Fuente: OMS)
Así, si se crea un marco de trabajo estructurado alrededor de la teleradiología, los departamentos de urgencias consiguen obtener estudios confiables e informes de calidad en menos de 30 minutos, lo que posibilita acciones tempranas y mejores resultados en todas las áreas hospitalarias que requieren de este tipo de servicio.
Los avances tecnológicos acompañan las nuevas necesidades de pacientes y profesionales de la salud, al tiempo que maximizan la distribución de imágenes especializadas.
Ahora que conoce en profundidad las ventajas, ¿qué espera para sumar esta alternativa a su servicio de urgencias?