Desde marzo del 2020, hubo un aumento considerable de consultas médicas de urgencia que, debido a los nuevos protocolos sanitarios, no podían ser atendidas siguiendo las prácticas habituales. Asimismo, las medidas tomadas para decretar el aislamiento obligatorio generaron que las rutinarias entrevistas presenciales médico-paciente fuesen aplazadas una y otra vez.
Este contexto facilitó la implementación de la telemedicina, una modalidad médica presente en nuestros países desde hace varios años, que combina telecomunicaciones y medicina para brindar atención médica a distancia.
¿Cómo intervino la digitalización en esta nueva forma de intercambio y cómo se aceleró su adopción donde no existía?
la e-salud, una alternativa en tendencia
A partir de la digitalización, la telemedicina comenzó a valerse de la tecnología, lo que dio lugar a la e-Salud (e-Health). Entre los temas que se tratan dentro de esta especialidad, uno de los pilares es la necesidad de cambiar un sistema curativo por uno preventivo. La telemedicina, en cambio, mejor conocida como medicina a distancia, se diferencia de la e-salud ya que hace referencia a cualquier forma de atención sanitaria a través de internet.
La e-Salud brinda soluciones médicas que exceden expedientes de salud electrónicos (ECE), sistemas de gestión digitales y educación a distancia en este campo, gracias a la aplicación de la inteligencia artificial, las nanotecnologías y la big data.
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En 2018, la inversión en la industria de salud digital a nivel mundial fue de 14.600 millones de dólares. Fuente: Statista
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Por las numerosas aplicaciones y tecnologías que abarca, la e-Salud ha sido difícil de definir por la comunidad científica, por lo que comúnmente es aceptada la definición que brindó la Organización Mundial de la Salud (OMS). Según este organismo, esta incluye cualquier uso rentable y seguro de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) en apoyo de la medicina y los campos vinculados a ella, incluidos los servicios, la vigilancia y la literatura sanitaria, la educación, el conocimiento y la investigación afín.
Para la literatura sanitaria, la e-Salud aumenta la accesibilidad al sistema, favorece la atención de enfermedades crónicas, beneficia el registro y la administración de información sanitaria y permite un seguimiento de sus usuarios y las acciones médicas.
Como contracara, se encuentran las dificultades de comunicación con el paciente y sus acompañantes, los requerimientos adicionales para garantizar la protección de datos personales y los problemas surgidos por la falta de contacto cara a cara. No obstante, si bien los investigadores dan cuenta de los aspectos negativos mencionados, ninguno cuestiona la existencia actual y crecimiento futuro de esta práctica.
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Relación MÉDICO-PACIENTE, Más allá de la distancia
La telemedicina no admite el contacto físico médico-paciente ni favorece la sintonía psicoemocional por la importante restricción efectuada sobre el lenguaje gestual. Dichas limitaciones pueden ser aún mayores en la e-Salud si uno o ambos interlocutores no son nativos digitales.
Sin embargo, esta problemática actual tiende a resolverse con el tiempo, ya que las TIC llegaron hace años para quedarse. Existen varios ejemplos de cómo la tecnología ha permitido innovar en el cambio de la digitalización de la salud a través de:
- Apps
- Chatbots
- Digitalización de los trámites burocráticos
- Utilización de la tecnología 3D
- Desarrollo de software de diagnóstico
Cabe destacar que la pandemia está articulando cambios sociales que se consideraban cambios de mediano o largo plazo y ha ubicado a la e-Salud en el centro de la escena sanitaria, no como un acontecimiento eventual, sino como factor esencial en el nuevo paradigma de salud en gestación.
Es fundamental que quienes anhelan una mejor calidad de vida para médicos y pacientes participen de esta tendencia como sujetos activos. Solo entonces se podrán tomar las precauciones para que las prácticas médicas dentro de la e-Salud se desarrollen con el profesionalismo, la calidad y la calidez necesarios.
El acto médico a distancia puede estar a las alturas del presencial y complementarlo: del ejercicio crítico de médicos y pacientes y de las mejoras que puedan lograrse como retroalimentación, dependerá su carácter humano e íntimo.
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El momento para la transformación digital en medicina es ahora. Si quiere saber cómo puede ayudar la teleradiología en su centro de salud, hablemos.
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