El uso de medios electrónicos y tecnológicos a la hora de realizar una interconsulta médica se expandió notablemente a raíz de la pandemia. Esta modalidad presenta múltiples beneficios en términos de accesibilidad, comodidad y eficiencia, pero a la vez varios desafíos.
Uno de estos últimos es la adopción de protocolos de seguridad para brindar una atención confiable y eficiente. Ahora bien, ¿qué desafíos incorpora la telemedicina y qué elementos es preciso tener en consideración para una práctica segura?
La bioseguridad consiste en un conjunto de normas y procedimientos que buscan disminuir, minimizar o eliminar los factores de riesgo biológicos que puedan llegar afectar la salud o la vida de las personas. Es importante que los profesionales de la salud dentro de sus funciones apliquen las normas y protocolos recomendados para la seguridad de los pacientes y profesionales frente a los diferentes riesgos a los que se encuentran expuestos.
Por lo general, los elementos utilizados para cumplir con estos procedimientos suelen consistir en barreras protectoras y protocolos que deben cumplirse por parte del personal de la salud ya sea en consultorios, quirófanos, laboratorios, habitaciones y cuidado intensivo.
De acuerdo a una encuesta realizada al personal de salud del Hospital Nacional Hipólito Unanue de Perú, el conocimiento de bioseguridad en general fue bajo, con casi un 80% de los encuestados respondiendo correctamente a menos de 7 respuestas de un total de 10. Fuente: scielo.org |
Al igual que la medicina que se ejerce en instituciones de salud, la Telemedicina también debe implementar los protocolos de bioseguridad ya que posee un ámbito de aplicación en diversas especialidades; por ejemplo, la transmisión de imágenes de radiología diagnóstica y similares (teleradiología), el laboratorio clínico y la historia clínica electrónica (teleconsulta), el uso en dermatología mediante la ayuda de la videoconferencia (teledermatología) y la asistencia a pacientes en psiquiatría mediante videoconferencias y chats (telepsiquiatría).
En ese marco, las barreras que se buscan superar se relacionan con la interacción médico-paciente: problemas de comunicación, requerimientos para garantizar la protección de datos, limitaciones en caso de que algún interlocutor no sea nativo digital y entre otros.
Por lo tanto, los elementos a tener en cuenta para minimizar los obstáculos y asegurar una modalidad de trabajo adecuada son:
En Argentina con el estallido de la pandemia el número de llamadas de usuarios que usaban la telemedicina por primera vez aumentó un 226%. Fuente: BID
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La telemedicina y las tecnologías innovadoras tienen muchas ventajas tanto para profesionales de la salud como para los pacientes. Sin embargo, su realización no puede estar exenta de los protocolos y normas que se aplican al ámbito médico en general para la seguridad de todos los involucrados.
Así, la bioseguridad de posiciona como un engranaje clave en la atención de los pacientes y la labor diaria de los profesionales de salud.
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