Impulsado por la pandemia, el término "telemedicina" nunca antes nos había sonado tan familiar. Sin lugar a dudas, en los últimos meses la atención médica remota se ha convertido en una herramienta más que útil para atender consultas y brindar seguimiento, sin necesidad de que las personas se desplacen hasta los sistemas de salud.
Si bien el secreto profesional y el respeto por el paciente son tan importantes como en la consulta presencial, con esta nueva modalidad de atención a distancia, la privacidad despierta nuevos interrogantes. “¿De qué manera se protegen mis datos médicos? ¿Qué medidas se toman para regular la digitalización de mi historia clínica?” son algunas de las cuestiones que el boom de la telesalud ha puesto sobre el tapete.
Según la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la telemedicina es la prestación de servicios de atención médica en los que intervienen tecnologías de la información y comunicación (TIC). Y, en lo que respecta a la teleradiología en particular –que involucra la transmisión y archivo de imágenes de una localización a otra– poder velar por la confidencialidad del paciente se vuelve todavía más importante.
Normativas acerca de los datos en medicina
En Latinoamérica, cada país aplica sus propias normativas para regular la e-salud, pero en todos ellos, la privacidad de la información médica es un derecho que debe ser respetado. En Argentina, por ejemplo, los datos de este tipo son considerados como información que ningún hospital, profesional o practicante de la medicina puede compartir sin autorización expresa del paciente; las legislaciones pueden tener pequeñas variaciones según el país pero casi todos tienen similares prácticas respecto de historias clínicas.
Aunque en los últimos meses se está revisando el marco legal de la práctica médica a distancia, en el ejemplo de Argentina todavía sigue siendo la Ley 25326 de Habeas Data la que regula el uso de las tecnologías que involucra la telemedicina. En este escenario, los hospitales y clínicas tienen un rol clave a la hora de aplicar, documentar y evaluar las normas que aseguran la protección de los datos de sus pacientes.
En archivos, registros, bancos de datos y otros medios técnicos, tanto públicos como privados, la ley tiene como fin garantizar el derecho al honor y la intimidad de las personas. En el texto de la norma, la información relacionada está dentro del apartado de “datos sensibles”.
La importancia de contratar servicios profesionales
La educación constante de los profesionales del sector, para que puedan brindar una atención médica que no conlleve peligros para la privacidad de las personas, se vuelve un tema central. Del mismo modo, para que la telesalud en general y la teleradiología en particular puedan seguir expandiéndose, resulta fundamental que las plataformas que permiten la práctica de estos servicios cuenten con la tecnología necesaria y de acuerdo a las normas.
En ese sentido, a la hora de contratar servicios de telemedicina o teleradiología, es importante asegurarse de que se trabajará junto con profesionales que prioricen tanto la seguridad del paciente como la protección de sus datos personales. Telerad cumple con los protocolos de cifrado de información vigentes, lo que garantiza la absoluta confidencialidad de la información.
En materia de telesalud, estamos viendo únicamente la punta del iceberg. Pero, para que esta modalidad logre funcionar como un complemento efectivo al sistema presencial, los prestadores de estos servicios –así como los profesionales a cargo de realizar estudios– tienen que conocer y ceñirse a rajatabla a los estándares de seguridad. Sólo así terminarán de derrumbarse, de una vez y para siempre, las últimas barreras que separan a los pacientes de los beneficios que engloba la telemedicina.
En Telerad contamos con un equipo de profesionales de excelencia que cumplen con todos los estándares legales y normas vigentes.
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