Gracias al uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), la teleducación se consolida en el universo de las ciencias médicas y acompaña una tendencia de la que también participan la telegestión y la teleradiología.
Mediante un proceso de aprendizaje interactivo y flexible, los profesionales y los prestadores de servicios vinculados con la salud pueden beneficiarse de esta modalidad en constante evolución.
¿Está preparado para alinearse con estas innovaciones?
Utilizada para complementar el entrenamiento presencial que reciben los estudiantes e incluso a veces como reemplazo de la formación tradicional, la educación a distancia pisa cada vez más fuerte en el campo de la medicina.
Del mismo modo que la tecnología revoluciona áreas como el diagnóstico por imágenes, la telemedicina y los tratamientos, los avances del e-learning disminuyen los tiempos de traslado y los costos de la formación profesional.
Además de elegir las disciplinas en las que se capacitan y los momentos que dedican a hacerlo, los profesionales que apuestan por la teleducación obtienen mejores herramientas para desempeñarse en su actividad.
El potencial de esa formación a distancia es enorme: conferencias y exámenes en línea, programas de educación continua basados en la web, uso de bibliotecas electrónicas, bases de datos médicas y científicas online, entre otras ventajas. El mundo digital también permite acceder a ponencias internacionales las veces que se desee, sin necesidad de viajar. En este contexto, vale la pena conocer en teleducación: ¿cuáles son las novedades para 2020?
El modelo de la práctica y la atención médica venidero estará significativamente influido por el aprendizaje a distancia en educación médica, así como por la telemedicina. Las habilidades de computación y redes comienzan a copar todos los planes de estudios médicos.
Los estándares son cada vez más altos en teleducación, ya que están orientados a ayudar al personal médico a desarrollar un enfoque de “aprendizaje permanente”.
Suma eficiencia y productividad. No sólo facilita el trabajo colaborativo, sino que también hace posible la educación médica personalizada y amplía su acceso. Asimismo, el mundo virtual permite un entrenamiento simulado en tres dimensiones, mucho más vívido que el tradicional.
Los profesionales trabajarán en equipo y lograrán un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida cotidiana. También la relación con los pacientes variará, gracias a la democratización del conocimiento médico.
Ya no se tratará de cuidar a pacientes individuales, sino de formar parte de la transformación del sistema de salud y colaborar con el bienestar de la población, en línea con sus necesidades específicas.
Con capacidades únicas en la historia, la oportunidad está en mejorar la prevención y los servicios médicos. Para ello, el desarrollo, la formación y el entrenamiento profesional resultan fundamentales.
Adaptarse a los cambios sólo es posible con una actualización permanente a través de la tecnología. Los líderes serán aquellos que tengan las mejores herramientas para manejar la complejidad.
La teleducación aparece como el gran motor de esas tendencias que revolucionan la medicina digital. La tecnología en medicina llegó para quedarse y para acompañar a la educación continua de los profesionales.
Y el desafío está, justamente, en adquirir flexibilidad y en adaptarse a los cambiantes escenarios. ¿Se anima a ser parte de la nueva generación?
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