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Diagnóstico por imágenes y la cultura de la inmediatez

Escrito por Lic. Sandra Travaglini | 13/02/2020 11:55:00
 

Edición especial

A partir de este año hemos decidido compartir un aspecto del cual hasta ahora hablamos poco. Nos referimos a la psicología en toda su magnitud y específicamente lo que refiere a la relación de las personas con la medicina y los procesos médicos. Convencidos de que cuerpo y mente hacen una unidad, y con el afán de brindar un servicio cada vez más integral a los especialistas en diagnóstico por imágenes, incorporamos a nuestra planta de profesionales una Directora de Calidad de atención y seguridad del paciente, la Lic. Sandra Travaglini. Como dijimos en una edición anterior, los vínculos profesionales y humanos que construimos a lo largo de estos años nos empujan a buscar cada vez más servicios y más calidad; en esa dirección continuamos apostando. Esperamos le sea de utilidad.

  • Introducción

La palabra inmediato surge del latín inmediatus. Es un adjetivo que se utiliza para nombrar algo que sucede enseguida o sin tardanza. La inmediatez, por lo tanto, puede ser una cuestión temporal y se asocia a lo que sucede sin demora.

En los años '80, el sociólogo Zygmunt Bauman desarrolló el concepto "modernidad líquida", utilizándolo como metáfora del estado fluido y volátil de la actual sociedad en la que la incertidumbre, por la vertiginosa rapidez de los cambios, ha debilitado los vínculos humanos.

Paralelamente, se comenzó a desprender el concepto de la "cultura de la inmediatez", el cual se ha ido formando a partir de la revolución digital, promovida por las nuevas Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), entre otros factores. Como consecuencia de la rapidez y satisfacción instantánea, se han desarrollado en algunos pacientes y médicos varias conductas sociales como la hiper-conectividad tecnológica y el deseo constante de gratificación momentánea (aquí y ahora).

 

  • ¿Qué ha pasado que necesitamos resultados rápidos?

Los avances tecnológicos han provocado un amplio abanico de consecuencias positivas y negativas. Por un lado tenemos dispositivos más rápidos, cirugías menos invasivas, antibióticos más potentes, entre otros. Por otro lado, se han incrementado cambios en la vida cotidiana, como la falta de capacidad de espera, lo cual conlleva a baja tolerancia a la frustración, niveles elevados de ansiedad, etc.

A modo informativo, según la ley de Moore, la capacidad de procesamiento de las computadoras se ha duplicado cada dos años desde 1970. Esta capacidad de procesar datos se ha puesto a disposición de casi todo el mundo industrializado en forma de computadoras de escritorio o portátiles, teléfonos móviles y tabletas.

En consecuencia, aparecen cambios de hábitos: la inmediatez, la búsqueda de información en internet con resultados al instante, chatear en tiempo real con un amigo ubicado en otro continente e incluso pagar con nuestras tarjetas de crédito en un dispositivo móvil. Y podemos hacer muchas de estas acciones prácticamente en línea sin ningún tipo de demora.

 

  • ¿Qué tiene que ver todo esto con el Diagnóstico por Imágenes?

En artículos anteriores hemos contado la historia de la radiología misma, la cual también se vio invadida por los conceptos a los que estamos haciendo referencia. Avances tecnológicos como PACS, RIS y la nube permiten almacenar una infinidad de datos y distribuirlos.

Los pacientes en general no quieren esperar mucho tiempo el resultado de un examen de imágenes. En realidad, no quieren esperar ningún resultado. Es más: en el último año, muchos centros implementaron aplicaciones específicas, donde los pacientes tienen acceso inmediato y en tiempo real a las imágenes y el informe de sus estudios.

Como ejemplo para complementar lo anterior, está nuestra propia experiencia trabajando en Telerad. Hace 5 años, cuando comenzamos a brindar nuestros servicios a una decena de instituciones de salud, nuestros informes finalizados se enviaban a las 48hs o 24hs en caso de urgencias, que provenían casi exclusivamente de los hospitales. Hoy en día, en cambio, esperan el informe en 2hs y las de rutina en 24hs. No somos ajenos a la inmediatez.

 

  • ¿Cómo surge esa necesidad de quererlo todo y ya?

Desde el punto de vista psicológico, la gratificación instantánea es el deseo de experimentar placer o satisfacción sin demora ni aplazamiento. Muchas veces, sin embargo, la obtención instantánea de un objetivo genera un sentimiento de rechazo o bajo reconocimiento hacia el esfuerzo y el trabajo dedicado y minucioso para obtener dicho resultado. ¡Si esta llega en cuestión de segundos! Todo esto aumenta el desarrollo de la impaciencia social, sumado al deseo innato de obtener lo que queremos en el momento exacto que lo queremos.​

En la mayoría de los modelos psicológicos, se cree que los seres humanos actúan sobre el "principio del placer". El principio del placer es básicamente la fuerza impulsora que obliga a los seres humanos a satisfacer sus necesidades, deseos y urgencias; estos pueden ser tan básicos como la necesidad de respirar, comer, beber o tan complejos como la "necesidad" de tener el último iPhone u otro nuevo y genial producto. Y, cuando no se consigue la realización de esta necesidad, la respuesta psicológica es la tensión o la ansiedad.

 

 

  • La tecnología y su impacto en nuestro comportamiento

Hoy en día, esa gratificación instantánea es retroalimentada constantemente por los dispositivos que conforman las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Obtenemos comentarios instantáneos a través de nuestros dispositivos porque ya damos por sentado el hecho de estar continuamente conectados. Los medios de comunicación y las redes sociales nos ofrecen la posibilidad instantánea de subir videos, fotos y actualizaciones de estado, como también saber de otros en forma inmediata. Respondemos en tiempo real a correos electrónicos y tuits, ya que también hemos desarrollado la necesidad de responder inmediatamente a cualquier notificación. Como nuestros dispositivos son omnipresentes, nuestra conexión es constante: se requiere muy poca paciencia. Incluso ya es casi habitual que se espere que el crecimiento de una empresa (un fenómeno que se considera gradual) pase de la noche a la mañana. La expectativa parece, muchas veces, como si todo se tratase de un video de YouTube que se hace viral en cuestión de horas.

En cuanto a la tendencia humana de querer conseguir esta gratificación, los agentes de marketing digital lo desarrollan de manera eficaz. La gran forma de dar gratificación instantánea al público es proporcionar algo inmediato en plataformas de e-commerce o a través de las redes sociales, aunque la aplicación real de esto dependerá del negocio en cuestión.

Además, el deseo de gratificación instantánea no se detiene cuando el cliente obtiene algo. En otras palabras, "la gratificación instantánea genera una gratificación instantánea", o sea, una vez que se proporciona algún nivel de satisfacción instantánea, el público espera esta misma respuesta instantánea en futuras interacciones. Sin embargo, los expertos advierten que la gratificación instantánea tiene un precio: nos estamos volviendo cada vez más impacientes.

La hiperconectividad y la multi u omnicanalidad se han convertido en la nueva comunicación y los ejes y canales de esta comunicación serán las aplicaciones y herramientas tecnológicas que utilizamos para gestionar, no solo la incalculable cantidad de información que creamos y compartimos, sino también las comunidades que conforman nuestra sociedad.

Según el diario El Mundo, en el 2020 habrá más de 50,000 millones de dispositivos conectados al mundo y, según datos del Informe sobre el Estado de las aplicaciones móviles en España, hay 28 millones de usuarios activos que realizan 38 millones de descargas diarias. El 30 % a través de teléfonos inteligentes y el 24 % a través de tabletas.

 

En este contexto, la medicina, el diagnóstico por imágenes, la psicología y todos los participantes del rubro de la salud, nos vemos obligados más que nunca a innovar, tener tecnología para mejorar la atención al paciente, adecuarnos a los usos y costumbres de la sociedad y, en muchos casos, liderar iniciativas para desarrollar nuevas y mejores formas de atender a los pacientes. 

 

Estar al día con los nuevos paradigmas es ampliar horizontes, y capacitarse para brindar un servicio superador es parte de la esencia de los profesionales de la salud.

¿Sabía que puede seguir aprendiendo en cualquier momento y desde cualquier lugar?