En un mundo cada vez más impactado por la tecnología e incluso gerenciado en muchos casos a partir de ella, la teleradiología llega para ocupar un espacio central. Se trata de una práctica innovadora en el ámbito del diagnóstico por imágenes que ofrece, entre otras variables, diagnósticos más profundos, específicos y rápidos. Pero muchos se preguntan si cualquier institución la puede adoptar.
El modo de abordar la radiología a distancia desde un centro médico o desde un centro radiológico, puede darse desde dos perspectivas:
Ya sea de una u otra manera, el equipo de profesionales debe contar más allá de su propia e indiscutible idoneidad, con protocolos y equipos que permitan llevar a cabo la tarea con excelencia y óptimos resultados. Es por ello que algunas buenas prácticas básicas para adoptar la teleradiología como servicio resultan no solo indispensables sino que suman productividad y eficiencia.
¿Siente que todos los días aparecen nuevos sistemas y apps y siempre se queda atrás, tratando de estar al día? Así nos pasa a todos en cualquier ámbito y es necesario una implacable actualización. En la ciencia, las nuevas herramientas y la cada vez más alta definición en la toma de imágenes y en las proyecciones de las mismas, aportan gran valor y jerarquizan el saber médico, puesto que el mismo puede potenciarse hacia niveles insospechados.
Tal es así que resulta indispensable una revisión periódica y actualización de los equipos con los que se cuenta, tanto para la adquisición de las imágenes médicas como para el análisis de ellas.
Recordemos que el eje central de la teleradiología radica en el envío de imágenes y su posterior transmisión hacia un destino distinto de donde se adquirieron para que las mismas puedan ser evaluadas. Es por ello que la observación tiene que hacerse desde monitores adecuados.
Otro de los valores fundamentales de la radiología a distancia es la inmediatez con la que se obtienen los diagnósticos. Para que esta premisa sea el fuerte de un centro de imágenes, se requiere buena capacitación en el abordaje de las aplicaciones específicas, en los modos de visualización y en el manejo del sistema.
La sinergia que puede generarse entre profesionales de calidad y buenas adquisición de imágenes será efectiva siempre que se pueda optimizar lo que la tecnología en sí misma ofrece.
No es productivo un equipamiento que no se aprovecha en su máxima potencialidad. La estandarización de las imágenes radiológicas en formato DICOM fue un hito fundamental, así como también la implantación de archivos digitales (PACS).
Si algo promovió la telemedicina en general y la teleradiología en particular es la concreción efectiva y eficaz de los ateneos médicos o reuniones de profesionales de la medicina para abordar un caso clínico de manera integral. El escenario virtual y la exposición de los datos disponibles para su acceso desde cualquier ámbito y/o dispositivo, promueve el entorno colaborativo y la cooperación de saberes.
Para la promoción de esta rica forma de abordaje de los casos médicos es fundamental la conformación de un equipo de trabajo, cuya base sea la excelencia profesional pero que además sean quienes hayan sabido aprovechar y promover los beneficios del trabajo en equipo.
Nuevos escenarios requieren nuevas tecnologías y también nuevas habilidades de quienes tienen la responsabilidad de interactuar en cada área. Brindar herramientas adecuadas, capacitación constante y un acompañamiento que promueva la cooperación es fundamental. Será necesario, por lo tanto, como base para la implementación de la radiología a distancia en un centro, una organización pautada en cada uno de los planos antes expuestos, así como también una precisa delimitación de funciones y alcances de cada sector.
De más está aclarar que la tecnología es un complemento del profesional de la medicina, cuyo conocimiento de base es tan necesario como indiscutible. En el mismo sentido, los ideales profundos que promueven las prácticas médicas permanecen inalterables, por lo que será también necesario ocuparse de la divulgación, con claridad, de la confidencialidad de datos que sigue siendo la base de ese vínculo implícito que se establece entre el médico y su paciente.
Si quiere saber cómo puede ayudar la teleradiología en su centro de salud, hablemos.