Uno de los temas candentes en el ámbito de la teleradiografía, junto con el retorno de la inversión, es la productividad. La pregunta que se hacen muchos es cómo, si únicamente considerar la disminución de los costos y el aumento de la cantidad de servicios brindados.
Medir la productividad es un desafío en una organización radiológica compleja. Esto es particularmente así en aquellos departamentos que, además del servicio de imágenes e informes, tienen grupos de residentes, pasantes o becarios e incluyen educación, administración e investigación.
De acuerdo a un trabajo publicado en el Canadian Association of Radiologists Journal, el hospital de Ottawa desarrolló un sistema de rastreo y seguimiento que mide la productividad clínica y académica entre los radiólogos y proporciona a los médicos un incentivo para mejorar la eficiencia del lugar de trabajo.
Un sistema que, afirman los investigadores, es aplicable a cualquier práctica en cualquier lugar del mundo. La clave es medir la productividad por el tiempo que insume una tarea y no por el ingreso que produce.
El sistema desarrollado por los canadienses se llama RADAR (por RADiologist Activity Reporting), está diseñado para reconocer la productividad clínica y académica del radiólogo y para expresar esa productividad con una simple métrica.
Según la comunicación presentada, RADAR difiere de otros sistemas preexistentes en que las asignaciones de puntos no se basan en los datos que se utilizan comúnmente, sino en valores acordados por los órganos de gobierno del departamento. Como tal, el puntaje RADAR de Ottawa refleja la propia eficiencia y cultura del departamento. Un aspecto único de este sistema es que los puntos asignados se modifican fácilmente para reflejar las prioridades o la cultura en diferentes departamentos.
Se asignaron puntos RADAR para cada procedimiento en el departamento de investigación de radiología y los médicos pudieron ganar puntos, ya sea informando estudios de imágenes o participando en actividades educativas en todo el hospital, como la enseñanza a residentes y estudiantes y rondas multidisciplinarias. Un sistema automático recolectó y rastreó los puntos, que luego podrían ajustarse en función del rendimiento individual, e imprimió informes individuales semanales que se enviaron por correo electrónico a cada radiólogo.
Los principales recursos utilizados para RADAR son los programas usados habitualmente en los departamentos de radiología. Por ejemplo, el sistema toma los datos de la agenda que se utiliza para programar las tareas diarias —en este caso, el software utilizado es QGenda— como el trabajo clínico, clases a los residentes, ateneos y otros créditos académicos. En otras palabras, el sistema RADAR está programado para asignar puntos a cada tarea de la agenda; por ejemplo, si un radiólogo tiene agendada una clase a los residentes, automáticamente recibe el puntaje que le corresponde.
RADAR también está programado para asignar puntos a cada informe dictado o redactado, a cada epicrisis o informe de alta e, incluso, varía según la patología. Semanalmente, se le envía un reporte a cada radiólogo o personal involucrado en el estudio. Lo más importante de este trabajo son dos conclusiones:
La primera, es "el Efecto Hawthorne", que supone que la gente trabaja mejor cuando es monitoreada.
Pero lo más destacable es que, más allá de la importancia que se le puede asignar a los costos y a la conservación de los recursos, la productividad aumenta cuando se mide al trabajador por tarea, no por el ingreso que implica.
En otras palabras, que es mucho más productivo trabajar por objetivos que por tiempos o rentabilidad.