La pandemia de COVID 2019 significó un punto de inflexión en la difusión del trabajo remoto y el sector de la salud no fue la excepción al fenómeno. En Estados Unidos, por ejemplo, el uso de la telemedicina se incrementó del 15,4% en 2019 al 86,5% en 2021. Así, el “home office” se convirtió en una forma de trabajo altamente preferida no sólo para el personal de salud sino también para los pacientes.
En el caso de la teleradiología, si bien su uso se remonta a fines de 1940, la expansión de internet, las telecomunicaciones y las innovaciones digitales desde los años 90 dieron impulso a esta modalidad de gran importancia para la interpretación de imágenes y elaboración de informes para un diagnóstico más rápido, reduciendo la incertidumbre a la hora de tomar decisiones clínicas.
Consideraciones para el trabajo remoto en radiología
Contar con el equipamiento tecnológico adecuado constituye el primer requisito para el ejercicio de la teleradiología. Entre los elementos que forman parte de la infraestructura fundamental se encuentran:
- Conectividad de red sólida y confiable: la transmisión de imágenes no sólo requiere internet de alta velocidad sino también en algunos casos conexión a VPN o conexiones cifradas para proteger los datos de los pacientes y garantizar el cumplimiento de las normas de privacidad e integridad.
- Sistema de comunicación y archivo de imágenes (PACS): es un sistema que almacena, recupera y distribuye imágenes médicas e información del paciente.
- Sistema de información radiológica (RIS): es un complemento del PACS que gestiona el flujo de trabajo y las funciones administrativas como datos del paciente, programación de citas y seguimiento de informes.
- Software de visualización: para mostrar imágenes médicas con alta resolución y utilizar herramientas que permitan mediciones y anotaciones.
- Recuperación ante desastres: las copias de seguridad periódicas y el almacenamiento externo son necesarios para afrontar las eventualidades como pérdida de datos o fallas de infraestructura y garantizar la continuidad del servicio.
Entre los lineamientos de las buenas prácticas para el trabajo remoto pueden mencionarse:
- Beneficiar al paciente ofreciendo estándares de calidad y seguridad similares a un servicio presencial.
- Garantizar la calidad de imágenes e informes y el acceso a los estudios e informes previos.
- Cumplir con los registros, licencias y cualificaciones exigidas, formación y capacitación.
5 ventajas de la Teleradiología
La teleradiología permite brindar servicios sin tener que estar en la misma ubicación del paciente aumentando la disponibilidad más allá de las barreras geográficas y la celeridad en el diagnóstico. Pero además ofrece otro conjunto de ventajas frente a la radiología tradicional:
- Mejor calidad de atención: los médicos y hospitales pueden ofrecer un mejor servicio al actuar de una manera más rápida y eficiente y al lograr una colaboración más veloz entre médicos gracias a las telecomunicaciones.
- Uso más eficiente de los recursos: la posibilidad de trabajar desde cualquier ubicación genera ahorros en viajes y en la contratación por tiempo completo para las instituciones de menor tamaño. En el caso de los centros que proporcionan imágenes para diversas áreas de especialidad, la teleradiología permite efectuar análisis por especialistas que funcionan como una extensión del equipo central.
- Solución para la escasez de personal: la falta de personal es un desafío no sólo durante los períodos nocturnos y vacaciones, sino a mediano y largo plazo por el mayor crecimiento de la demanda de estudios por imágenes y envejecimiento de la población frente a la oferta de la fuerza laboral de profesionales.
- Democratización de atención en áreas rurales: la integración de los hospitales y consultorios rurales con centros que ofrecen servicio de teleradiología posibilita el envío de imágenes y la obtención de un diagnóstico inmediato. De esta forma, se amplía el acceso y bienestar a pacientes que no pueden sortear las barreras geográficas.
- Garantizar un servicio permanente en períodos o eventos críticos: la provisión de atención de forma remota no sólo permite cubrir los períodos vacacionales, feriados y fines de semana sino también estar disponibles cuando aumente la necesidad de diagnósticos radiológicos críticos en situaciones de emergencia. Además, los servicios brindan resguardo y recuperación ante la falla de sistemas.
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