Asimismo, redefinieron las pautas para la práctica de la disciplina y exigen a los profesionales nuevas habilidades para el manejo de plataformas, sistemas y herramientas de Inteligencia Artificial (IA).
Entre los principales aportes de la IA para la radiología se encuentran el análisis de las imágenes médicas otorgando mayor rapidez y precisión para guiar las decisiones. Por ejemplo, mediante el desarrollo de algoritmos de aprendizaje en base a grandes cantidades de imágenes y textos médicos. La IA permite una ayuda en el diagnóstico e interpretación, cuantificar riesgos y apoyar las tomas de decisiones.
Un segundo aporte se asocia a la gran capacidad de transmisión de imágenes y datos a través de redes habilitando flujos de trabajo más eficientes y colaboración con otros profesionales de forma remota. Asimismo, la automatización de tareas repetitivas, como el análisis de imágenes y la generación de informes, permiten liberar tiempo a los radiólogos para que se focalicen en casos más complejos y la atención del paciente.
Otros avances comprenden las imágenes 3D, que permiten una comprensión más completa de las estructuras y patologías anatómicas, y la realidad virtual para simular procedimientos e interactuar con imágenes.
En cuanto a la gestión de los flujos de trabajo, las tecnologías permiten aumentar la eficiencia y aliviar situaciones de mayor demanda mediante la canalización de casos y urgencias a los destinatarios adecuados.
Fuente: appliedradiology |
Los desarrollos tecnológicos no están exentos de un conjunto de desafíos asociados a las telecomunicaciones en general y al ámbito de la radiología en particular. Entre los mayores retos y resguardos pueden mencionarse:
Los avances tecnológicos ofrecen ventajas pero, al mismo tiempo, requieren del desarrollo de conocimientos básicos y actualización constante de habilidades para la utilización de las herramientas y plataformas.
En primer lugar, para la instalación de escritorios remotos será necesario contar con monitores de calidad de diagnóstico, micrófonos para el reconocimiento de voz, acceso a PACS, una conexión a internet rápida y segura.
En segundo lugar, se requiere contar con conocimiento para la lectura e intercambio de historias clínicas electrónicas con los correspondientes estándares de integridad y seguridad.
Por último, la diversidad de plataformas y softwares, sus diferentes interfaces y funcionalidades precisan de una postura proactiva y con disposición al aprendizaje continuo para el correcto manejo de cada herramienta.
Los avances tecnológicos y su adopción en la práctica de la radiología están generando cambios en la naturaleza del trabajo. La actualización y el desarrollo continuo de habilidades digitales es un gran desafío para los profesionales pero, de la misma forma, les permitirá destinar su tiempo a tareas más cruciales y brindar una mejor y más eficiente atención a sus pacientes.
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